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Hubo besos, abrazos y varias lágrimas que marcaron anoche el regreso a Puerto Rico de Tempo. Hacía más de una década que no pisaba suelo boricua y, tan pronto bajó del avión en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, el rapero sintió nuevamente el calor tropical de la Isla.
Poco antes de las 10:00 las p.m., el artista -cuyo nombre de pila es David Sánchez Badillo- pisó suelo boricua tras haber cumplido más de diez años de condena por narcotráfico y posesión ilegal de armas. Conmovido al llegar desde el Federal Correction Institution de Virginia, el intérprete fue recibido por sus seres queridos y casi cinco decenas de fanáticos.
El exponente no pudo ofrecer declaraciones por orden federal. Pero eso no limitó la emoción de sus seguidores. Casi todos ataviados en camisetas, tenis y cadenas de oro, le gritaban elogios, aunque algunos optaron por cubrirse el rostro con toallas para conservar el anonimato.
“¡Llegó la buena música!”, vociferó uno. “¡Se acabó el abuso!”, exclamó otro. “Ahora sí que hay justicia”, se escuchó por otra parte. “¡Déjalo respirar aire fresco!”, dijo alguien al ver rodeado de cámaras a Tempo.
Mientras tanto, la madre del intérprete, Milagros Badillo, fue escoltada para no ser abordada por la prensa.
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