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Los personas que trabajan en AT Kearney, una consultora global cuya sede base se encuentra en Chicago (EE. UU.), son muy felices. Y esto se debe, en parte, a que allí promueven una política: ser social, incluso por fuera de los propósitos de la compañía, hace que los trabajadores se sientan más cómodos.
El director de la firma, Kevin Rice, está de acuerdo con que sus 3.500 empleados se conecten con sus amigos en Facebook en las 55 oficinas establecidas en 38 países.
“Actualmente no se tiene todo el tiempo del mundo. Usted está pensando en el trabajo incluso en su tiempo de descanso. A veces se trabajan ciertas horas en la oficina y otras tantas en la casa, pero hay que mantener las relaciones personales. Existen herramientas”, dijo Rice, seguro de que unas mejores condiciones para sus empleados también lo hacen a él sentir bien.
Contrario a esta tendencia, el reciente estudio de la firma de investigación industrial Gartner aseguró que en 2010 un 50% de las grandes empresas bloquearon las páginas de acceso a redes sociales. Sin embargo, este porcentaje bajaría a un 30% para 2014. Y precisamente por estos bloqueos, los trabajadores estaban buscando opciones de navegación desde sus smartphones.
También el estudio encontró que, aparte de ser una herramienta social, Facebook y Twitter, entre otras, también son una necesidad para los negocios.
“Hay que reconocer que los empleados no emplean un 100% de su esfuerzo, el 100% del tiempo. Las redes sociales son un espacio de descanso, mientras no afecte la productividad”, concluyó Dan Olds, analista del grupo de consultoría Gabriel en EE. UU.
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