A su entrada a las filas de Despierta América, Noris Joffre admite a Metro que ve esfumarse su sueño de actuar y llevar su imitación de Charytín ante la propia Charytín Goyco, ahora que la estrella dominicana regresa a la televisión con un contrato de exclusividad en SBS Mega TV. Y es que, justo cuando ya había iniciado conversaciones con los ejecutivos de esa cadena, la intérprete de La Gobe y La Jueza recibió una llamada telefónica de Luz María Doria, productora del programa mañanero de la cadena Univisión.

Noris reconoce que esta oportunidad quizás no hubiese sido posible sin la intervención de Julián Gil, a quien le pidió ayuda mediante un mensaje de texto.

“‘Julián, te necesito. Hazme el contacto con la gente de Univisión’, le dije. ‘Tranquila, déjalo en mis manos’, me contestó inmediatamente. Al rato me llamó al celular para decirme que me tenía una reunión coordinada con Luz María. Le expliqué a ella los planes que tenía con Mega TV y que esa empresa no tenía problemas con que yo comenzara a trabajar en Despierta América. Pero Luzma me respondió que debía elegir entre una u otra”, relata a Metro, lista para caracterizar a Susana Oria, una coordinadora de piso, vegetariana y bipolar, que se toma la libertad de intervenir con los artistas invitados al show para darle tal o cual sugerencia.

Noris evaluó los recursos que tenía en las manos para exponerse al público hispano y, sobre todo, a Puerto Rico. Y tras “llorar un buen rato” ante la pena de tener que escoger, optó por quedarse con Univisión. “Tengo la necesidad de llegar a mi país y Despierta América se transmite allá de lunes a viernes, aunque en un principio me han garantizado dos días de comedia. Estamos hablando de un network que me permitirá llegar a otros horizontes. Sé que en Mega TV también hubiese podido crecer, porque también tendría radio y hasta me ofrecieron más dinero, pero mi decisión está basada en mi realidad”, explica vía telefónica. El pasado mes de enero concluyó su contrato en las comedias TN3 y Happy Hour, vistos por América TV.

La también mamá de Mónica y Ricardo Díaz, de 14 y 11 años,  respectivamente, radica en el área de Broward, a pasos de la escuela de sus hijos y a 10 minutos de Univisión. Mientras la nena se ha convertido en su técnica de uñas, el varón va superando su fobia al inglés y se interesa en los temas de política.

Hacia la Disertación

“¡No tienen idea de cómo me siento! ¡Rayos, lo logré!”, apunta a días del estreno de Divorciadas, evangélicas y vegetarianas. En tanto, su esposo, José Brocco, debuta en en la obra De 3 o de 4, que presenta 4 funciones en una noche de 18 minutos cada una.