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Por: Sal!
Parte esencial de la gastronomía es la buena alimentación, pero no siempre esto es posible debido a la falta de ingresos suficientes o la falta de ayuda en hogares de la clase media puertorriqueña. Con el deseo y la preocupación de proveer ayuda a uno de los sectores rezagados por el Gobierno, un grupo de profesionales del sector non-profit (sin fines de lucro) se unieó para crear la Fundación Alimenta, con miras a proveer ayuda alimentaria a la clase trabajadora.
Fundada en enero de este año, la joven fundación, organizada bajo las leyes del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, mantiene en su plantilla una red de trabajadores sociales, expertos en gastronomía y restaurantes, y otros profesionales. Estos impartirán charlas, así como la ayuda necesaria para aquellos individuos que mantengan un empleo pero no cualifiquen para los diversos programas gubernamentales destinados a proveer ayuda alimenticia.
“Nuestro fin es poderle brindar ayuda inmediata de alimentos a la clase trabajadora del País que, por alguna u otra razón, muchas veces deben elegir entre pagar el recibo de la luz o hacer una compra”, expresó Somar Ramos, vicepresidenta de la Fundación Alimenta. “Sin discriminar a nadie, hay personas que no trabajan y reciben todas las ayudas del Gobierno. Pueden coger PAN (Programa de Ayuda Nutricional) o un sinnúmero de ayudas. Pero la clase trabajadora, la clase media, muchas veces por cinco o seis dólares, no cualifican para coger el PAN”.
Es por esto que Ramos, y el presidente de la fundación, Javier Torres Matías, diseñaron dos programas dirigidos a este sector. El primero, el Mercado de Corazones, se estableció para proveer ayuda inmediata a cualquier persona que no tenga alimento en su hogar sin la necesidad de pasar por largos periodos de espera. Según explica Ramos, el único requisito para recibir esta ayuda es presentar una identificación y firmar un relevo de responsabilidad.
“Nosotros le damos una cantidad para que pueda coger alimentos en nuestro mercado. Tal vez en un supermercado ordinario, la cantidad sería muy poca. Pero en el mercado nuestro, una lata de salsa te puede costar unos centavos, una lata de atún, unos cornflakes… Con la cantidad que le vamos a dar, pueden hacer una compra inmediata. Muchas veces nosotros no tenemos alimento en el hogar, y por vergüenza o por orgullo, no nos atrevemos llamar a nadie para pedirle dinero”, explicó la vicepresidenta. Una vez implementado el programa en su totalidad, esta ayuda se proveerá una vez por semana.
El segundo programa, Sustento Alimenticio, se proveerá por un espacio de tres meses y está destinado a individuos y familias con problemas más complejos.
“El requisito principal es que no puedes estar recibiendo ningún tipo de ayuda del Gobierno”, indicó Ramos. “Tienes que estar trabajando y someternos unos documentos. La trabajadora social nuestra va a estar haciendo un estudio de necesidad de ese hogar, y a base de ese informe se delimita la ayuda, que puede fluctuar entre 75 a 160 dólares, de acuerdo con la composición familiar”.
Luego de determinada la necesidad, la fundación emitirá un cheque a nombre de algunos de los comercios participantes para que el beneficiario pueda hacer su compra allí. “Queremos que ninguna familia se acueste sin comer”, añadió.
A parte de estas iniciativas, la Fundación tiene como misión proveer educación alimenticia a aquellos que la busquen y la necesiten. Como parte de su esquema de recaudación de fondos, Ramos explica que desean implementar “casual days” en empresas y escuelas a beneficio de la Fundación, donde se llevarán charlas con expertos y nutricionistas.
Ahora mismo, la organización está trabajando para recaudar suficientes alimentos y poder abrir el primer Mercado de Corazones. Ramos indicó que esperan comenzar de lleno en el mes de agosto. Todas las personas que quieran ser voluntarias, patrocinar o donar alimentos para el proyecto, pueden comunicarse al 787-710-3101 o visitar en la red www.fundacionalimenta.org.
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