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A cuatro años de realizar la caminata “Da vida caminando con Raymond”, a beneficio del Hospital Oncológico, el comediante Raymond Arrieta no tiene que demostrarle a nadie su compromiso con los pacientes de cáncer.
Como parte de la experiencia, el animador de “Día a día” (Telemundo) ha sentido dolores agudos, niveles extremos de cansancio y mucha tristeza al oír historias de personas que tienen la enfermedad o han perdido a seres queridos por ella.
Por eso a estas alturas, para Arrieta lo importante es llegar a la meta, sin egos ni actos heróicos que se interpongan al sentimiento de solidaridad que lo llevó a realizar esta hazaña inicialmente.
Su único fin es recaudar dinero para el Oncológico, por eso decidió que el último tramo de la caminata, que inició ayer a las 12:30 p.m., duraría 24 horas.
“Es la primera vez que vamos a intentar hacerlo. Aunque mis compañeros estén enchismados conmigo por haberme inventado esto, todo surge porque así me puedo cambiar de camisa más veces. Me voy a cambiar tres veces, con una camisa de un auspiciador diferente cada vez, y cada camisa es dinero para el hospital”, señaló.
Como todo experto, Raymond ya conoces los gajes de ese oficio de caminar: sabe que después de la octava milla el dolor llega y no lo abandona, y que el calor de las 2:00 de la tarde es el peor.
El quinto día de la caminata comenzó con un ardiente sol que golpeaba con fuerza el parque de pelota en Toa Baja. A comparación a días anteriores, el dolor no era su principal pesar, sino que el cansancio. Y confesó que el domingo estuvo a punto de detenerse.
“Fue una ruta bien mala, porque tuvimos una recta como de dos o tres horas en la que no había nada y era como que no se terminaba. Todo el mundo habló de esa recta. Aquello estaba como a 100 grados y no había ni una curva; fue horrible de verdad”.
Para enfrentarse a las 24 horas que le esperaban no realizó ningún preparativo especial.
“No pensar en eso, empezar a caminar. Le pido paciencia a las personas que lleguen mañana (hoy) que se acuerden que hay personas que llevamos caminando seis días y venimos un poquito estropeados”, dijo.
Está pautado que Arrieta llegue hoy a las 12:30 p.m. al estacionamiento de Telemundo, donde culminará la caminata que dio inicio el jueves en Cayey. No obstante, debido a lo extenso del tramo pueden retrasarse un poco.
“Vamos a tratar de cubrir bastantes oasis, porque lo que vamos a hacer es casi inhumano. Mientras más descanso tengamos, mejor. No sé cómo voy a hacerlo, de verdad. Vamos a aprovechar las oportunidades para descansar, porque no me puedo morir en el camino. Tengo que llegar con el dinero y con las historias. Tengo familia que mantener, tengo que seguir. Se nos ha desmayado mucha gente, así que no hay prisa, lo importante es llegar”, aseguró.
Arrieta confiesa que cuando llega la noche y se dispone a descansar, al cerrar los ojos vienen a su mente los testimonios de personas que se le han acercado en el trayecto. En esta ocasión lo ha conmovido ver a varios niños a orillas de la carretera llorando porque perdieron a sus madres por el cáncer.
“Pero tengo mis mejores gafas para llorar”, dijo el animador.
Como todos los años, un grupo de valientes camina a su lado todo el trayecto. Uno de sus acompañantes este año en Jonatán Rivera Rodríguez, quien comenzó la ruta en zancos.
“Lo hago por los pacientes. Tengo una abuela que sobrevivió el cáncer y una tía que murió. Es un reto personal. También lo hago por apoyar a Raymond y demostrarle a la gente que si yo puedo hacerlo cualquiera puede venir y hacerlo. Y a ver si se motivan a dar su donativo también. Anoche me dolían mucho los pies y después de 10 años usando esto aprendí una nueva manera de amarrarme los zancos, menos dolorosa. Pero nada, lo que camine Raymond lo camino yo”, afirmó.
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