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Héctor Aponte Alequín/Primera Hora

Si las pistas actuales incluyen gallitos, pequeñas desafinaciones y breves bocanadas de aire para recobrar el aliento mientras se baila, entonces Britney Spears utilizó “playback” cuando cerró su gira Femme Fatale la noche del sábado en el Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey.

De lo contrario, nadie puede negar que la artista de pop estadounidense entró al escenario a las 9:00 de la noche entonando la letra de su más reciente éxito radial, Hold It Against Me. Al menos en las primeras estrofas de ese tema, Britney utilizó su voz sin apoyos electrónicos, lo que dejó al descubierto un sonido vocal un poco más grave que el de hace 10 años –según se observa en los DVD de sus shows–, a tono con sus 30 años de edad. Lo mismo ocurrió con Lace & Leather, Gimme More, Don’t Let Me Be the Last to Know,  Baby, One More Time y Toxic.

Teniendo en cuenta los bruscos movimientos que protagonizó en la tarima, la solista probó que tiene talento vocal, al menos en pedazos de casi la mitad de cerca de 20 canciones que presentó.

Además, le obsequió a Puerto Rico un momento de ternura que obvió en otras plazas internacionales: al interpretar I Wanna Go en el clímax de la velada, subió al escenario a sus dos hijos: Sean Preston Federline (6) y Jayden James Federline (5), a su prometido Jason Trawick, a su madre Lynne Spears y a su hermana Jamie Lynn Spears, acompañada de su sobrina, la hija de ésta, Maddie Briann Aldridge (3).

Y es que el público que casi llenó la versión amplia de ese recinto no necesariamente fue a oírla, sino a verla. Por lo tanto, los alaridos, mayormente masculinos, fueron igual de intensos cuando se escuchó su voz igualita a la de sus discos al presentar el resto del repertorio, cuya lista está contigua a esta reseña.

“What’s up, San Juan! How are you feeling? I can’t hear you! (¡Buenas noches, San Juan! Cómo están? ¡No los escucho!)”, saludó sonriente la intérprete en el primer segmento.

“I love you, San Juan!”, expresó más tarde dos veces, cerca del final.

Variado e intenso

Con un escogido representativo de sus siete discos de estudio, la producción se dividió en cinco segmentos que recorrieron las diferentes “actitudes” de Britney a lo largo de su carrera. En medio de un sinnúmero de bailarines, más de seis cambios de ropa, tres pantallas gigantes con imágenes y vídeos alusivos a sus canciones y un despliegue de luces interactivas, la cantante fue la mujer fuerte y retante de su hard pop actual, la adolescente coqueta y rebelde de sus inicios artísticos a finales de los años 90, y la desvergonzada seductora que exhibió en los discos Britney (2001) e In the Zone (2003).

Esta diversidad de “personalidades” pareció fascinar a los fanáticos, muchos de los cuales vistieron atuendos similares a los de la llamada “Princesa del Pop” en sus vídeos musicales.

El hilo conductor fue una secuencia audiovisual según al cual la artista era objeto de una persecución policiaca, además de que la artista enseñó en todo momento sus piernas y partes de sus pechos. Las coreografías, asimismo, le permitieron descansar por ratos sentada en distintos tronos y otros accesorios. Su sonrisa se mantuvo durante casi todo el show y, como toda una diva, cuidó que la transpiración le desapareciera del rostro con efectos de maquillaje sin interrumpir la euforia.

Algunos de los momentos en los que más se conmocionaron los espectadores fueron durante la interpretación de (Drop Dead) Beautiful, con la intervención de la rapera Sabi mientras se proyectaban imágenes referentes al amor homoreótico, elemento que también estuvo presente durante I’m a Slave 4U; el periodo en que imprimió sentimiento al arquear sus cejas mientras presentaba la balada Don’t Let Me Be the Last to Know; y el gran cierre con el furor electrónico de Till the World Ends.

El telonero del espectáculo fue el Dj Pauly D, quien hizo las delicias de los presentes al presentar una que otra canción del rapero puertorriqueño Tego Calderón dentro de un popurrí de música electrónica. El egreado del reality show de MTV Jersey Shore participó también como “esclavo” de Britney en el sensual número Lace & Leather.

El concierto duró una hora y 25 minutos, tiempo que la audiencia estuvo de pie casi en su totalidad, como si estuvieran pensando: “Gimme More! (¡Dame más!)” quizás luego de esperar más de una década para tener de frente, en suelo boricua, a su ídolo femenino.

Repertorio:

1 – Hold it Against Me

2 – Up & Down

Hacia la Disertación

3 – 3

4 – Piece of Me

5 -Oops I Did It Again

6 – Big Fat Bass

7 – How I Roll

8 – Lace & Leather

9 – If U Seek Amy

10 – Gimme More

11 – (Drop Dead) Beautiful

12 – Don’t Let Me Be the Last to Know

13 – Boys

14 – Baby, One More Time / S&M

15 – Trouble for Me

16 – I’m a Slave 4U

17 – I Wanna Go

18 – Womanizer

19 – Toxic

20 – Till the World Ends

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Por loveo

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