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Por Ruben Marin
EL surfista italiano Niccolo Porcella literalmente volvió a nacer tras enfrentar a la madre de todas las olas, la famosa ola que se forma en la costa tahitiana de Teahupo’o, justo encima de un arrecife, lo que le da su peculiar tamaño de casi diez metros de altura y forma de un tubo asesino.
Aunque son pocos los que toman el riesgo, Porcella estuvo convencido de intentarlo desde años antes, y se dijo muy contento a pesar de haber sido absorbido por la monstruosa masa de agua y azotado contra el arrecife en repetidas ocasiones. El surfista describió la experiencia como una de las más memorables de su existencia y afirmó que regresará cada año
Fuente: La prensa orlando
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