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El cantante, no solo puso de manifiesto su intensidad y versatilidad interpretativa, sino también que sigue vigente sacando la cara por la música popular.
Por: Amnellys Rivera
Luego de su exitoso regreso al mundo de los escenarios, el cantante Wilkins no quiso esperar mucho para seguir demostrando que sigue siendo uno de los artistas con mayor impacto a nivel mundial.
Y es que Wilkins, quien se presentó este fin de semana en el Centro de Bellas Artes de Santurce, uno de los teatros más importantes dentro de su carrera musical por ser este el primer artista de música popular que se presentó en dicho escenario, cantó con la misma fuerza y magia con la que solía cautivar al público en aquella década dorada de los 80’s que lo convirtieron en el “Rockmántico” por excelencia.
Con un repertorio sacado del baúl de los recuerdos en el que no hizo falta escuchar el tema “Margarita”, ni tampoco la famosa “Sopa de Caracol”, el cantante natural de Mayagüez demostró que no ha pasado de moda y que todavía es capaz de echarse en un bolsillo a cualquier artista de esta generación.
Sin su cabello rizado largo y su siempre estilo rockero, el artista fue capaz de provocar las más intensas emociones entre sus espectadores- en su mayoría féminas- que gritaban mientras este les deleitaba con éxitos como: “Mi problema eres tú”, “Bella sin Alma”, “Te mataría”, “El sucesor” y “Te amo”, entre otras.
Las paredes de las prestigiosas salas de Bellas Artes fueron testigos de que Wilkins es uno los compositores y cantantes más sobresalientes en la historia de la música que por más de cuatro décadas nos ha deleitado con sus canciones, motivo de romances, alegrías, desamores, nostalgia y entrega.
Imparable su fe
Lo cierto es que hace un tiempo una infección en la médula espinal, provocada por una cortadura que Wilkins sufrió en Argentina, pudo haberlo dejado cuadrapléjico o haberle provocado la muerte, por lo que el pasado año el cantante se presentó con su concierto “Wilkins Vive”, que de cierta forma significó una celebración de vida.
Si recordamos, el intérprete de “Como no creer en Dios” tuvo que ser operado de emergencia para removerle un absceso espinal, dos vértebras y los discos cercanos a estas, lo que lo obligó a permanecer hospitalizado con tratamiento de antibióticos durante ocho semanas utilizando una especie de chaleco inmovilizador para mantener rígida el área de la espina dorsal y que este describió como una “camisa de fuerza”.
Durante aquel tiempo, el también criado en México estuvo acompañado en todo momento por su familia, entre estos, su exesposa Sandra Barbeito, con quien siempre ha mantenido una relación muy cordial. Su actual esposa, la argentina Patricia Chelsa, no estuvo presente, por lo que se rumoró que estaban separados.
Sin embargo, en esta presentación el cantante, quien se estremecía con sus sensuales movimientos y tiraba con coraje la inseparable silla que siempre utiliza de complemento al interpretar el tema “Bella sin alma”, estuvo acompañado de su esposa con quien cumple 12 años de casado y a quien elogiaba con piropos durante toda la velada.
Patricia nos confesó que su matrimonio con el cantante ha sido un proceso de superación y trabajo interno para ambos. “Nosotros somos grandes compañeros y aunque hemos tenido que hacer muchos sacrificios y que a veces ha sido difícil, nos hemos dado cuenta de que somos un equipo y que es importante ayudarnos para llegar a nuestro propósito”, expresó.
En cuanto al resurgir de Wilkins luego de sus problemas de salud, la guapa rubia reflexionó sobre la fuerza de voluntad y fe del cantante.
“Es un logro de Wilkins, porque él tomo la decisión de superarlos, de sanarse, de curarse y sobre todo, de tomar el compromiso de transformación. Después toda su familia, su mamá, sus hijos, yo y todo el público que lo ayudó con tantas oraciones. Eso y su fe es algo imparable”, añadió.
Sin dudas, el “Divino Rockmántico” está llamado a ser uno de las grandes artistas de todos los tiempos. Lo cierto es que en medio de la insistente mediocridad interpretativa, el privilegio de seguir escuchando a un ícono para distintas generaciones como lo es Germán Vélez, mejor conocido como “Wilkins”, es indiscutiblemente un lujo.
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