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Es recordado como el jurado verdugo y ácido de “American Idol”, sin embargo, fue un magnate en la industria de la música mucho antes de que el reality show que veían más de cuarenta millones de personas en todo el mundo, lo convirtiera en un inteligente magnate del entretenimiento.

Simon-CowellPOR AMNELLYS RIVERA

Los inicios de Simón Cowell no prometían mucho, ya que siempre fue un adolescente problemático. Gracias a su padre -un importante hombre de negocios en Brighton (Gran Bretaña), su ciudad natal- entró a EMI Music como mensajero en la firma.

El tiempo y sus ganas de querer superarse en la profesión de promotor musical, lo llevaron más tarde a la empresa musical BMG y allí se dedicó exclusivamente a descubrir nuevos talentos.

Luego se abrió camino a una posición en la edición musical, hasta principios de 1980, cuando renunció para formar su propio sello discográfico, E&S Music colocando cinco singles en el top 40 del Reino Unido.

Simón permaneció unos cuantos años y renunció por mutuo acuerdo para aventurarse en otros proyectos y probarles a sus detractores que estaban equivocados.

HHHMonta su propios “kiosko$$$”

Los conocedores del mundo de las disqueras dicen, que el nacido en Inglaterra  pasó años de humillaciones porque no se le veía como un buen productor musical. Sin embargo, al parecer su encanto para comprender la industria de la música debido a todos sus “fracasos" fueron los que lo animaron a convertirse en el brutalmente honesto juez de “American Idol”.

Si existiese el reinado de los reality shows de música, la corona, sin lugar a dudas la llevaría en su cabeza Simon Cowell, jurado de jurados por excelencia, sino que lo digan la enorme cantidad de imitaciones que ha tenido su irónica y exigente “forma de juzgar”, en el resto de los símiles concursos que prosiguieron a “American Idol”, en el cual este impuso "la moda".

Y es que precisamente esa producción fue lo que lo catapultó a la fama y de paso disparó sus ingresos, por lo que decidió montar sus propios “kioskos”  “Factor X “, “Got Talent” y “American Inventor”, entre otros  que se han convertido en una mina de oro a cuenta de los sueños frustrados de los aspirantes a cantantes- muchos de ellos con mas voz que los que ya son famosos- que le cantan para luego escuchar sus necedades.

SSBuen oído para las voce$$$ de oro

A cuenta de eso,  hoy día no solo gana alrededor de 75 millones de dólares al año, sino que fue nombrado por Hollywood Reporter como el personaje más influyente de los shows de reality en el ámbito global por varios años, después de una exitosa negociación con los productores de “American Idol”, que seguramente se vieron -además- en la obligación de subirle el sueldo cada vez que amenazaba con renunciar.

Lo cierto es, que la mente maestra de este personaje relevante de la cultura pop no tiene límites. Para este tiempo se le ocurre la idea de utilizar algunas estrellas exitosas de la televisión para que graben discos, entre ellos, los personajes de “Power Rangers” y los “Teletubbies”. El éxito obtenido hizo que las voces críticas se tragaran la lengua.

Hacia la Disertación

Tras fracasar dos de las bandas más exitosas de su patria: “Take That” y “Spice Girls”, nace “Westlife”, una de las agrupaciones más vendedoras de Inglaterra. Luego de esta experiencia, Cowell, decide volcarse a la creación de “One Direction”, nacida de “The X Factor”. Actualmente goza de ser el factótum de la “boy band” más exitosa de estos tiempos.

Otra creación de su riñón, también híper exitosa, es el famoso grupo de tenores “Il Divo”. Para formarlo recorrió 17 países a fin de encontrar al suizo, español, francés y al estadounidense que integran el grupo.

Los grupos y solistas que ha promovido han vendido más de 150 millones de copias de sus discos, y tiene en su haber más de cien canciones que han llegado al número 1 de las listas tanto en Estados Unidos como en Inglaterra. Contrató a la sensación escocesa del canto que fue humillada por el mismo, Susan Boyle y a la cantante Leona Lewis, entre otros.

El sueldo de Simón en el 2008 era de aproximadamente 50 millones de dólares, con un patrimonio neto de más de 200 millones. Posee una casa en Los Ángeles y otra en el Reino Unido.

La historia de Simón Cowell de 55 años es la historia de un productor musical de la mediana edad que se sacó la lotería al convertir el anticuado concurso de talentos en un ingenioso fenómeno del siglo 21, y en el proceso ganó un premio Emmy internacional y una fortuna calculada en 320 millones de dólares de acuerdo con la lista de millonarios del Sunday Times.

Ha construido un imperio internacional y al hacerlo ha cambiado el rostro de la televisión alrededor del mundo pese a las polémicas, demandas, los entra y sale de diferentes jurados decepcionados porque fueron botados tras  arrastrar pobres índices de audiencia para el formato.

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Aunque aseguran que un equipo compuesto por siquiatras está disponible todo el tiempo para los participantes de los realities de canto que se han propagado en la pantalla chica como una plaga en la última década, medios británicos aseguran que los productores considerarán someter a pruebas sicológicas a los aspirantes antes de que audicionen.

Susan Boyle, una cantante aficionada con problemas de aprendizaje que vivía sola con su gato y la más famosa de las competidoras, estuvo hospitalizada por agotamiento nervioso. Una intensa cobertura mediática, que incluyó comentarios sobre su apariencia, su timidez y su declaración de que nunca la habían besado, acaparó los medios en aquel entonces, ya que todo eso quedo bien atrás, su apariencia cambio un mundo y por ende, consiguió novio. 

Pero la realidad muchas veces interviene aún en el reino fantasioso de eso que llama “televisión real”: Boyle quedó segunda, no primera, en la competencia final y luego tuvo un aparente colapso nervioso.

Tres chicos por su parte, se derrumbaron frente a las cámaras, y dejaron el escenario sin parar de llorar. Otros fueron víctimas de burlas por parte de los jueces y abucheados por el público. Hollie Steel de 10 años sufrió  un colapso debido a la presión.  Natalie Okri y Aidan Davis de 10 y 11 años respectivamente rompieron a llorar desconsoladamente cuando les dijeron que no iban a continuar en el concurso. Y todo en nombre de un formato de realidad simulada.

Especialistas aseguran que los productores de este tipo de programas tienen la responsabilidad de informar a los participantes que la fama instantánea a la que se enfrentarán puede traer consigo un escrutinio de sus vidas y una presión difícil de manejar.

A cualquiera que se le pida cantar en vivo sin un entrenamiento profesional tendrá que lidiar con una presión inmensa, y a eso le sigue una descarga de comentarios sobre su apariencia, talento y comportamiento de todas partes del mundo, lo que es realmente intrusivo.

Lo cierto es que mientras la naturaleza de estos programas famosos por explotar a gente con debilidades para incrementar sus niveles de audiencia, puede ser abrumadora para personas que no están acostumbradas a estar bajo los reflectores, a Simon Phillip Cowell, un hombre sin filtro, muy severo y difícil de sacarle una sonrisa,  los bolsillos le siguen creciendo.

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Por loveo

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