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Mientras muchos en la Semana Santa reflexionan en cómo amar mejor a los seres que tienen a su alrededor, Miriam Ramírez solo puede buscar serenidad, fortaleza, y ampararse en la esperanza de que “al fin” este martes se le haga justicia al ser que amó.
Por Amnellys Rivera
La Semana Santa para muchos que profesan la fe cristiana es un tiempo de amar, conmemorar y agradecer el sacrificio de Jesús, y, por ende, la palabra JUSTICIA puede que suene fuerte.
Sin embargo, no para la periodista Miriam Ramírez y los que conocieron al piloto y fotoperiodista, Jesús Fernando Quiñones Santiago, quien murió asesinado el 5 de mayo de 2010 tras ser impactado por disparos que hicieron sicarios contra el helicóptero de la Policía municipal de San Juan en el que este iba como copiloto cuando efectivos de ese cuerpo hacían intervenciones, particularmente en horas de la noche.
Y es que este martes se llevará a cabo la lectura de sentencia contra Edwin Bernard Astacio Espino y otro acusado por el asesinato de Fernando Quiñones, quien era esposo de Miriam.
Astacio por su parte, figuró como uno de los más buscados hasta que fue arrestado en agosto del pasado año, cuando dijo: "No estoy diciendo que soy un santo, pero yo sé que no disparé contra el helicóptero".
Ahora, el ex miembro de la ONU, (Organización de Narcotraficantes Unidos), quien se expone a pasar el resto de sus días en prisión enfrenta 17 cargos en su contra a nivel federal relacionados a diez asesinatos, tentativas de asesinato y violaciones a la Ley de Crimen Organizado (RICO Act) y Armas.
Lo cierto es que la ahora empresaria, a quien muchos ven como una heroína, no se dejó vencer por el dolor de la partida de Fernando y se enrolló las mangas como toda mujer “fajona” para cumplir los sueños que no pudo concretar junto a su fenecido esposo: hacer realidad el sueño de su hija Fabiola y someterse a una inseminación artificial para darle un hermanito que le acompañe, echar hacia adelante su finca “Los Sueños” y terminar la casa que ambos construían al momento de éste morir, lo que ella a pesar de estar sumergida en tantas emociones, frustraciones, temor, dolor, trabajo y obligaciones entre otras cosas, logró realizar.
No obstante, para la también agricultura lo más importante siempre ha sido que las autoridades federales no olviden que hay que aplicarle una sentencia justa a los asesinos de Jesús Fernando, quien fue camarógrafo de Las Noticias Univisión, donde ella laboraba.
Luego de casi cuatro años de haber perdido a quien describe como “un esposo ejemplar” y “su compañero de equipo”, Miriam Ramírez, quien indiscutiblemente se ha vestido de prudencia y entereza, abriga la esperanza de que este martes la justicia salga por la puerta ancha de las cortes federales para que así, el país, la familia de Fernando y su familia, puedan cerrar “al fin” este horrible y doloroso capítulo…
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