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El tercer disco de Adele, que se llama ’25’ porque debió terminarlo hace dos años (ya que tiene 27), sale hoy a la venta en todo el mundo. Si me preguntan si recomiendo que se lo compren, les digo que sí. Harán bien. Es un recorrido brillante por la voz extraordinaria de Adele, apoyada con enormes compositores.
Lo que no está nada mal para un momento de confusión terrible en la música actual. Ella tiene la fórmula correcta del éxito. Las ventas de 25 pueden llegar a los siete millones de discos en la primera semana. Lo que es como un enorme salvavidas en medio del naufragio general.
Adele
Es curioso que la canción que sobresale esté producida por ese genio particular que es Ryan Tedder, el pequeño genio de One Republic, que U2 no utilizó bien. ‘Water under the bridge’, así se llama el tema, tiene ritmo, un fantástico arreglo y es energético. Es distinto, muy distinto, al empalago de la balada dulce típica de Adele, como el tema que ha hecho con Bruno Mars, ‘All I ask’. Es lo que se dice una gran canción clásica. Pero jamás tendrá la emoción y la percusión de ‘Esas aguas debajo del puente’, título en el recuerdo a lo Simon and Garfunkel.
Luego, los fanáticos de Adele estarán saciados con ‘When we are young’, que ya apunta como el segundo tema estrella. Musicalmente, el tema es de Tobías Jesso Jr., justo cuando Sony ya le había pagado el adelanto de los 100 millones dólares y le había obligado a ir a sus oficinas centrales en Los Ángeles, donde le alquilaron una mansión en las colinas de Hollywood. Una casa en la que había vivido el maravilloso Philip Glass. De hecho, el tema lo compuso en el mismo piano del maestro. En aquellos días también trabajó con Bruno Mars el nuevo Michael Jackson durante muchos días, pero no supieron sacar ni un tema funky-poppy como quería la compañía. Ni siguieron acertando con el tema Bond ‘Spectre’, que fue rechazado. A pesar de que Barbara Broccoli estaba empeñada en repetir como en ‘Skyfall’.
Adele
El tema del puente tiene que ver con la maravillosa producción de Danger Mouse en ‘River Lea’. Cuando hay ritmo y percusión, definidamente, Adele parece estar en este mundo, choca con esa típica estructura piano-melodía, a lo Barbra Streisand, que ya escribirlo suena como a viejo. No está nada mal el tema ‘Love is in the Dark’ que ha hecho Samuel Dixon, ese australiano con enorme talento. No hay batería, pero sí grandes palabras, con una magnífica melodía.
Hay dos temas de su productor fetiche, el guapo Paul Epworth. ‘Send my love’ lleva una letra que Adele había escrito para el primer disco de Amy Winehouse. Hace ya 14 años. Todo valía, porque hacía más de dos años que había empezado a tratar de grabar su nuevo disco, pero estaba absolutamente bloqueada como autora, al ser madre y esposa. En ese periodo, parece que la canción que le abrió la puerta de las musas fue ‘Hello’, con el productor de moda Greg Kurstin, básico de trayectoria demasiado fácil o consumible. Para colmo, con lo supersticiosa que es Adele, la escribió fuera de su casa, que es su templo sagrado para componer.
Con información de ElMundo de España
Por fin, cuatro años después de 21, su segundo álbum, y tras haber rechazado canciones de Damon Albarn, de Pharrell Williams y hasta de Mozart si lo tuviera delante. Pero es Adele , la chica que canta con el corazón de una persona con alma generosa, la chica que quiere que llores con ella.
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