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Mariela Fullana / Primera Hora
El programa de juegos Dame un break se convirtió en uno de los favoritos del público en la década de los 90. Este espacio, ideado por Tony Mojena y Rafael Oller, se emitió durante 12 años, primero por Wapa y luego por Telemundo.
Los primeros animadores de este programa fueron los actores Luisa de los Ríos y Carlos Esteban Fonseca, quienes se encargaron de encender los motores de esta producción cuando estrenó por Wapa, canal por la que se emitió por espacio de un año. Luego vino Dagmar y en la última etapa estuvo Junior Abrams.
Aunque Luisa de los Ríos sólo estuvo seis meses coanimando la producción, guarda gratos recuerdos de esta experiencia, ya que fue de las primeras que tuvo como conductora “Fue de las primeras participaciones que tuve como animadora y, por eso y por un millón de otras razones, este proyecto fue muy especial para mí. Aunque estuve sólo unos meses, ese tiempo fue bastante para entrenarme y continuar después en otros programas”, expresó la actriz.
Tras su salida del espacio, Dagmar Rivera entró a formar parte de esta producción, en la que estuvo por 12 años.
Con Dagmar en el equipo, el espacio se mudó para Telemundo en 1994, donde estuvo transmitiéndose en directohasta el 2005, en horario nocturno, una vez a la semana.
Durante esa segunda etapa, Dame un break se convirtió en uno de los programas favoritos del público no sólo por los juegos en los que la audiencia ganaba diversos premios, sino también por las comedias. Entre los comediantes que pasaron por el espacio se destacaron Agustín Rosario con el personaje de “Fito”, Herbert Cruz con “Mayimbe” y Madeline Gelabert con “Pinky”. El programa también sirvió como plataforma de artistas nacionales e internacionales.
“La gente sentía el programa como suyo y era un programa bien de pueblo”, expresó Carlos Esteban en torno al espacio, el cual animó durante ocho años.
Para el actor y cantante, este programa le dio la oportunidad de conectarse con el público de una forma más cercana y de ser la voz de muchos que no tenían la oportunidad de expresarse.
“Uno de los momentos que recuerdo con cariño fue cuando dije: ‘¡Fuera la Marina de Vieques!’. El movimiento en contra de la Marina apenas comenzaba y creo que fue de las primeras veces que alguien en un programa popular hacía referencia a esa situación. Recuerdo que hubo un silencio grande en el estudio… También recuerdo cuando la venta de la Telefónica que hicimos un llamado a la paz y a la hermandad para que no se continuara derramando sangre. Y es que en Dame un break había permiso para la improvisación y todos la usábamos con mesura”, expresó el actor y cantante, quien también recordó cuando tuvo que comunicarle al pueblo sobre la muerte de Diana Spencer, “Lady Di”.
Sobre las secciones que más disfrutó mencionó El break, la versión puertorriqueña de Family Feud, en la que solía decir la frase: “Vamos a ver lo que la encuesta dijo”.
También destacó el segmento El break de la esperanza, en el que se ayudaban a diversas familias puertorriqueñas con necesidades específicas.
Este segmento caló en el corazón de todo el equipo de producción del espacio, pero especialmente en Dagmar, quien era la que lo conducía.
“De los momentos que atesoro en Dame un break es haber sido la cara de El break de la esperanza, que me fascinaba… Mucha gente pensaba que yo estaba a cargo de la sección, pero no, en algunos casos fui a realizar la historia, pero de la mayoría de las historias me enteraba en el estudio el mismo día. Por eso es que me impactaban tanto y lloraba porque me causaba una ansiedad bonita el saber que iba a poder ayudar a las personas. Para mí fue un honor, placer y orgullo participar del programa”, manifestó Dagmar, quien entiende que el espacio sentó pautas y escribió una página en la historia de la televisión en Puerto Rico.
La última etapa de Dame un break estuvo a cargo de Dagmar y Junior Abrams, quien entró al espacio en el 2001, luego que Carlos Esteban Fonseca decidiera salir del proyecto.
Antes de que el programa fuera cancelado por Telemundo en el 2005, Dagmar dejó la producción, la cual duró sólo unos meses adicionales, luego de su salida.
“Todo tiene un ciclo, un principio y un final. Me alegro que, por lo menos, nosotros tuvimos la oportunidad de llevar alegría, esperanza y fe al pueblo de Puerto Rico”, puntualizó Dagmar.
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