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Desde que Antonio Banderas y Melanie Griffith anunciaron su separación el pasado verano, la actriz ha hecho todo lo posible para olvidar al hombre que más le ha querido. Entre uno de sus planes se encontraba el de borrar su famoso tatuaje. Una marca en la piel que suponía algo más que que la muestra de su amor. Ese corazón barroco, repleto de estampados y con un “Antonio” en medio, ha supuesto el símbolo de toda una época y una generación que ha crecido con Melanie cogiendo del brazo a Antonio de una alfombra roja y luciendo orgullosa su tatuaje. Atrás quedan esos recuerdos y bonitas imágenes.
Ahora, la actriz ha querido borrar ese símbolo para seguir olvidando al padre de su hija, Stella del Carmen. No es la única que ha querido eliminar la marca de un tatuaje, normalmente más de un 60 por ciento de las personas que tienen un tatuaje se arrepiente a los 5 años de habérselo hecho, pero las dudas les frenan y no dan el paso de acudir a un centro de eliminación para aclararlas. A Melanie no le ha frenado nada, es más, el amor, la nostalgia y el ansia de olvido ha sido lo que ha movido a la actriz para eliminar cuanto antes el único recuerdo físico que ahora le queda de Antonio Banderas.
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