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meg-ryanMeg Ryan, de 53 años, ha aprovechado la Semana de la Alta Costura de París para estrenar rostro. Hace algo más de un año que la actriz no aparecía en un acto público y su nueva aparición en la cita más importante de la moda mundial deja claro que la estrella de Hollywood está totalmente transformada tras su enésimo paso por el quirófano. La prensa internacional ya la trata como una nueva víctima del llamado “efecto Zellweger”, en referencia a la reciente transformación estética de Renée Zellweger.

Hacia la Disertación

Con la piel mucho más tersa, los ojos más rasgados y pequeños y una barbilla más estilizada, Meg Ryan ya no parece la que era. Fue en 2002 cuando la protagonista de míticas películas románticas como “Cuando Harry encontró a Sally” comenzó a operarse. En 2003 rodó «En carne viva» y ahí ya comenzó a verse su nueva imagen, y su carrera resultó gravemente afectada por los «retoques». Desde hace seis años no ha rodado ningún largometraje como protagonista.

La estrella estuvo presente en el desfile Schiaparelli y en el de Georges Chakra, seguramente sin ser consciente que su reaparición coparía titulares por un exceso de bótox o un mal paso por el quirófano. Ojos, frente, nariz y su característica boca lucen totalmente distintas a su última aparición pública que tuvo hace un año y medio. La actriz, todo un icono de naturalidad en los años noventa, se suma a otras colegas de profesión como Renée Zellweger, Uma Thurman o Nicole Kidman, todas ellas víctimas del bótox y el bisturi

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Por loveo

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