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Héctor Aponte Alequín / Primera Hora
Afirmar que la diversión no tuvo límites deja de ser un cliché cuando se trata de Circotic, llevado a cabo la noche del viernes y madrugada del sábado en Isla Grande Pier, una planicie contigua al Centro de Convenciones de Puerto Rico, en San Juan.
Hasta con el fango jugaron los asistentes a este evento, enfocado en ofrecer un espacio para el baile a base de la música electrónica de diversos Dj’s y, más tarde, el grupo LMFAO.
“Si no fuera por estos eventos, yo no sé qué nosotros haríamos. Yo tengo dos trabajos y ellos también trabajan y son chamaquitos, más tú le sumas los estudios, los exámenes y todo eso. Si no es por estos ‘parties’, nos volvemos locos”, comentó a Primera Hora Darilys Rodríguez, sanjuanera de 21 años de edad recién cumplidos, disfrazada de Mujer Maravilla.
Darilys se dedicaría a “velar” a sus hermanos menores: Joel, de 17, y Kristinnette, de 16. Ellos, ataviados respectivamente de abeja y gladiadora, estaban más bien pendientes del sinnúmero de varones descamisados debido al diseño de sus disfraces, así como de las mujeres ataviadas con los muslos al descubierto y pechos semicubiertos.
A las 8:45 de la noche, comenzaron las lluvias esporádicas que no cesaron durante la primera mitad de la actividad. Pero este factor atmosférico no impidió que los “corrillos” de jóvenes gozaran. Al contrario, algunos de ellos, mientras se agrupaban en círculos de los que sacaban a alguien para ponerlo a menearse en el centro, comenzaron a añadir el fango del suelo a los maquillajes o accesorios de sus atuendos de Halloween al arrojarse ese terreno viscoso unos a otros.
Esta dinámica, sin embargo, se limitó a grupos aislados en las partes desprotegidas por una carpa gigante que fue ubicada en el centro de ese muelle de Miramar. Al fondo de este gran “refugio” se ubicó la tarima principal, flanqueada por tres monitores panorámicos desde los que se apreciaron juegos luminotécnicos en conjunción con imágenes y desfile de payasos, zanqueros y otros entretenedores.
Desde allí también proyectaron sus mezclas –y de vez en cuando conversaron con el público– los Dj’s Metro, Nino, Xtasys y A-Track, creador de la canción “Barbra Streisand”. Alrededor de este espacio, asimismo, se colocaron dos tarimas VIP, varias decenas de kioscos, dos “igloos” privados –auspiciados por marcas de cervezas–, y machinas que simulaban cámaras de torturas medievales, todos encima de un suelo compuesto por grama, piedras, gravilla y fango.
“Hemos venido en ocasiones anteriores y es bien bueno. Está ‘cool’ que aprovechen espacios así como éste, porque todo es más ‘wild’ (salvaje)”, comentó a este periódico Abed Anthony Quiles, de 25 años y residente de Guaynabo. “Además, es más libre”, añadió señalando a varias parejas compuestas de dos chicas y de dos chicos en muestras de cariño públicas como besos, abrazos y caricias mientras se contoneaban con el ‘beat’.
Fanáticos de LMFAO
Los entrevistados por este periódico coincidieron en que la presencia de LMFAO fue uno de los alicientes para decidirse por este “party” y descartar otros.
“Cuando pongan la canción de ‘Sexy and I Know It’ esto se va a caer”, pronosticó Keilymar Santana, de Toa Baja, al referirse a uno de los números más exitosos del dúo compuesto por los músicos Redfoo y Sky Blue.
Cerca de las 10:00 de la noche, el espacio para bailar ya era poco, pues llegaban grupos cada vez más grandes de espectadores, la mayoría incapaces de dejarse seducir por el ritmo mientras hacían la fila de entrada entre árboles y edificios abandonados.
Circotic contó con la conceptualización y logística de la compañía Buena Vibra Group
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