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Por Marcos Billy Guzmán / Especial El Nuevo Día
En los pasados días, mujeres y hombres descamisados han invadido las redes sociales con fotografías en sostén. Casi todos levantan un letrero con una petición: “Free Gricel Mamery”.
La ocurrencia es tan solo una de las formas en que cientos de personas se han solidarizado con la animadora luego de que fuera despedida del programa “¡Qué noche!” por Pedro Rúa Jovet, presidente de la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública. ¿La razón? Unas fotos en las que aparece la animadora mientras el chismólogo Javier Ceriani -antes de bajarse los pantalones y mostrar sus glúteos- le levantaba abruptamente la camisa y le dejaba al descubierto el brassiere.
Esta situación ha generado un debate público en torno a un despido que la misma Gricel Mamery tilda de injusto.
“He sido discriminada”, dijo la animadora, “y esto me preocupa ya que crea un precedente peligroso”.
Sobre el tintero quedan preocupaciones que parecen trascender este asunto individual para abrir paso a diversos cuestionamientos sobre la mujer en Puerto Rico y la responsabilidad que tiene un artista.
“Mentalidad machista”
“Muy probablemente, si hubiese sido hombre, no la hubiesen despedido”, considera la abogada Amárilis Pagán Jiménez, directora ejecutiva de Proyecto Matria, que busca combatir la violencia contra la mujer en la Isla. “Me preocupa que ella fue víctima de una falta de respeto o agresión y la revictimizan penalizándola”.
Expone que “estoy convencida de que responde a una mentalidad machista”, considerando el despido de Gricel como “intencionado y consciente”, pues “en términos de políticas públicas y gubernamentales es una tendencia muy marcada la de ubicar a la mujer en roles como la esposa y madre ejemplar y casta”.
Para ella, “es una doble vara bastante hipócrita” que podría crear un precedente negativo para las féminas en el ámbito laboral público de la Isla, “porque implica permitir que los juicios morales puedan utilizarse como fundamento para despedir a una mujer que no se amolde a los estereotipos tradicionales”.
Doble vara
La preocupación la comparten muchos artistas del patio. Hasta el astro boricua Ricky Martin llegó a escribir sobre el asunto, asegurando que “me enferma la doble moral”.
Al ser abordada sobre el discrimen contra la mujer artista en la Isla, la actriz puertorriqueña Alba Nydia Díaz asegura que el prejuicio “ha sido siempre”. Sin embargo, entiende que lo de Gricel Mamery “ha dejado con la boca abierta a la clase artística y a la mujer puertorriqueña”.
“Las cosas se han sacado de contexto y proporción. No soy feminista, pero creo en la igualdad y la justicia. No se le dio la oportunidad de defenderse, sobre todo porque hablamos de alguien que ha tenido una conducta intachable. A las figuras públicas se nos castiga por tratar de ser tan humanos como los demás”, enfatiza.
En Puerto Rico, otros casos -aunque distintos- han demostrado cómo un famoso puede convertirse en objeto de burla o ataque por, tal vez, un descuido. El pasado octubre, por mencionar otro ejemplo, la reina de belleza Jennifer Guevara, ex Miss Mundo de Puerto Rico que representará a la Isla en el certamen Miss Continente Americano, se tuvo que enfrentar a este tipo de escrutinio público cuando fotos de ella desnuda fueron publicadas tras ser alegadamente robadas de su teléfono celular.
“Uno tiene que cuidar mucho todos los aparatos electrónicos que puedan contener información de su vida privada”, reaccionó entonces a El Nuevo Día. “Porque se está más susceptible a caer en manos de gente que las usan para hacer daño y nadie tiene derecho a invadir nuestra intimidad”, manifestó la reina de belleza.
eterna cautela
Pero, ¿cuán cauteloso debe ser una figura pública?
“La línea la tira el mismo artista desde que comienza su carrera en el momento en que se guarda para sí escenas que son privadas, como su casa, su familia y ciertas situaciones”, sostiene la publicista Uka Green, directora de medios de Universal Music en Puerto Rico.
Aún así, la desarrolladora de talentos hace hincapié en que “Gricel no ejecutó esas acciones (por las que fue despedida)… No agarró al tipo, no le dio un beso y no se levantó la camisa, sino que es una acción de un tercero que la toma desprevenida”.
Son, según ella, situaciones que podrían suceder y que deben enfrentarse, “lamentablemente, asumiendo las consecuencias”.
Para la actriz Luisa de los Ríos, “uno debe ser bastante cuidadoso”, recordando cómo “me han acribillado por posturas mías o cosas que he hecho por medio de personajes”.
“Un día hablé de la lactancia sin saber que convencí a alguien que estaba indecisa. Otro día puede que rebase una luz roja y alguien diga: ‘Ay total, si ella se la come’. Hay que tener mucha cautela, pero también uno tiene derecho a tener una vida privada”, reflexiona.
Asimismo, aseguró que al menos Gricel Mamery, esta vez, puede encontrar fuerza positiva descubriendo “el amor intenso que le tiene el País”, uno que hoy le demuestra solidaridad hasta con fotos de su gente en sostén.
“¡Devuélvanle el empleo!”
Ese es el mensaje que varios han llevado como respaldo a Gricel Mamery a través de las redes sociales en los pasados días. En Facebook, incluso, fue creado el grupo “Yo apoyo a Gricel Mamery y muestro mi sostén”.
Uno de los que manifestantes es el joven maunabeño Cessari Greo, quien dice haberlo hecho porque “me motivó protestar contra la situación de discriminación descarada que se está viviendo en el país”.
“Este trato diferenciador se tiene que catalogar como doble moral y eso se debe repudiar. Me conmueve el hecho de que la campaña en sostenes se haya realizado con hombres, en su mayoría, ya que nos da la esperanza de que hay un movimiento en la Isla que está respondiendo al llamado de erradicar la segregación”, expresó.
“Puerto Rico necesita un cambio de visión ya”, comenta. “Necesitamos hacer una introspección moral y ver que es necesario el que seamos más sensibles, que renunciemos al individualismo y comenzar a vernos y defendernos como pueblo. Después de todo, los cambios más efectivos no se logran criticando, se logran accionando”.
Por otro lado, Omar Morales, residente de Florida, dice haberse integrado pues “me parece injusto que Gricel haya caído en las garras de (Javier) Ceriani. Acá, en Miami, nadie le da trabajo porque le ha jod.. la carrera a mucha gente y este pelagatos se fue a Puerto Rico a buscar más pauta”.
Aires de cambio
Si es cierto que muchos han repudiado la acción del canal 6 de despedir a Gricel Mamery por las fotos que publicaron de ella mientras le subían la camisa, otros ven como algo positivo la gran solidaridad de la gente.
“En cierta medida es positivo que la gente se haya solidarizado con ella porque deja ver el nivel de mentalidad social, porque implica que la gente pudo hacer la distinción entre lo que es un acto poco digno y lo que ocurrió en este caso”, manifiesta la abogada Amárilis Pagán, defensora de los derechos de la mujer.
La publicista Uka Green coincide: “El pueblo ha sido más considerado y evolucionado con el caso de Gricel”.
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