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Por: Lcdo. Iván Rivera, Facebook: Facebook.com/DiscusionPuertoRico
En el último capítulo de la novela titulada “La Carrera por la Alcaldía de San Juan” han introducido dos nuevos personajes. Estos son Anaudi “Pavarotti” Hernández y su hermana. Fieles a la tradición que recita “la familia es una institución” el robusto intérprete de éxitos como “Noviembre en París” y “Fresas con Champagne” llevó a su hermana a la Alcaldía de San Juan en la pesca de contratos conforme al “mapa de oportunidades”. Obviamente, no iba a llevar a la hermana de su socio desde los tiempos de la Policía, Lutgardo Acevedo. Lutgardo, otrora donante del PNP y contratista de la Cámara de Representantes bajo la pasada mayoría de esa colectividad, quien ante su desgracia por el caso del Juez Acevedo, tiró al medio al Anaudi con los federales. Consciente de esa reunión con Anaudi, hecho previamente dilucidado públicamente por parte de la propia Alcaldesa, además que el nombre de la hermana de Anaudi aparece en el registro de la Oficina del Contralor, Leo Díaz, hábilmente, le tiró la pregunta sobre los contratos de ésta última.
En esa respuesta está el único pecado de la Alcaldesa. En una estructura administrativa como la del Municipio de San Juan, la cual por su tamaño y complejidad es casi como la de un país entero, jamás, un funcionario debe contestar con absolutos. Es prácticamente imposible conocer y enterarse de todos los detalles administrativos de la misma. El administrador o líder que haga alarde de saber todos sus detalles y que supervisa cada uno de sus elementos pecaría de soberbia.
De ahí en adelante Ramón, para mí, lo demás ya es historia. La Alcaldesa dio la cara rápidamente (cosa que no ha realizado Rivera Schatz con el asuntito de la Superintendencia del Capitolio) poniendo a disposición de la prensa una Declaración Jurada de la Administradora de la entidad autónoma que otorga los benditos contratos y en la que señala que jamás la Primera Ejecutiva capitalina le llamó para abogar por la hermana de Anaudi. Creo que con ese “issue”, Leo debe leer el mensaje de las tarjetas de lotería; “raspe y trate otra vez”.
Por: Lcdo. Ramón L. Rosario Cortés, Twitter: @discusionPR
Iván, excelente intento por no enfocarte en lo importante. Si yo fuera maestro, te daba C- gritándote por no haber estudiado. Déjame refrescarte la memoria selectiva. Primero, Yulín no conocía al “tipo ese” de Anaudi. Luego, tuvo que aceptar que lo conocía y que recibió de él, 5,000 toletes. Más adelante, resultó que no solo lo conocía sino que se paseaba en su palacete de Aguadilla cenando con “otros donantes” como el socio de la corrupción de Anaudi, Héctor Vargas. Esa actividad no se reportó al Contralor y Yulín no ha dicho quienes fueron a esa “reunión” en la sede lujosa de la corrupción.
Luego de varias entrevistas y debates, Yulín tuvo que aceptar que Anaudi y su hermana le pidieron contratos en la propia Alcaldía en una reunión VIP que no todos consiguen. Esas reuniones son solo para los amigos de la casa y no me refiero al palacete. Al final, la hermana de Anaudi terminó con 4 contratos de Yulín que incluyen uno de $4,200 por 15 días y uno firmado luego de recibir los servicios lo que es ilegal. ¿Casualidad o causalidad?
La persona que se crea que Yulín no sabía que le dieron contratos a la hermana de Anaudi debe estar haciendo su listita de regalos para Santa Claus. La hermana de Anaudi no debe pagar por las acciones de su hermano sino por las suyas propias. El propio Anaudi en el juicio federal testificó que una empleada de su hermana preparaba propuestas para el esquema y que la información sobre Sally López en el Senado también se le enviaba a su hermana porque era bueno para la “sociedad”. Peor aún, este asunto trata sobre la credibilidad y carácter de alguien que aspira a dirigir nuestra Capital. Píntalo como quieras, Yulín nos mintió. Iván, a ti también.
Olvídate de Rivera Schatz que la Contralora y tu Secretario de Justicia ya lo investigaron y lo exoneraron. Mejor, preocúpate por Yulín que cogió dinero de todos los socios de la corrupción, a saber, Anaudi, Héctor Vargas, Lutgardo Acevedo y Eder Ortiz. En eso, la Alcaldesa es única.
Fuente: Vocero.com
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