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Por Gloria Ruiz Kuilan
El Capitolio amaneció y permanecerá hoy bajo fuertes medidas de seguridad, que incluyen un contingente de policías y agentes vestidos de civiles apostados en puestos claves de la instalación pública.
El incremento en la seguridad obedece, según explicó el sargento de armas del Senado, Luis A. Ramos Rivera, a la escaramuza que se produjo ayer cuando manifestantes en contra de la reforma al Sistema de Retiro de los Maestros accedieron al hemiciclo de ese cuerpo de manera violenta.
“Obviamente se están tomando las precauciones de que toda persona que venga, todo empleado tiene que tener su identificación visible para evitar contratiempos. Las personas pueden entrar, pero se tienen que registrar. No se le va a impedir el acceso a nadie”, dijo Ramos Rivera, quien al igual que otros empleados lucía una polo con la imagen del Senado y la frase “Senado abierto al pueblo”.
Los empleados de las superintendencia del Capitolio, que velan por la propiedad del lugar, están ataviados con una polo rojo, según se observó.
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