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Mike Tyson siempre dependió de su instinto de luchador, tanto dentro como fuera del ring de boxeo.
El estadounidense alguna vez fue idolatrado como el campeón más joven de pesos pesados del mundo solo para ser bajado de su pedestal por condenas criminales y adicciones a las drogas.
Pero a los 47 años, y desde que se retiró del ring, el provocativo pugilista dijo a CNN que ahora enfrenta su mayor batalla.
“Ser responsable, esa va a ser la pelea más difícil en mi vida”, dijo Tyson a Rachel Nichols de CNN, para la serie Unguarded.
“Nunca había sido responsable antes. Solo ser un buen esposo y un buen padre. Esta es la mayor pelea. Esta es la pelea que tomo con brazos abiertos”.
Tyson, quien está casado con Kiki, su tercera esposa, y es padre de ocho hijos, está determinado a enfocarse en su familia y una nueva generación de boxeadores jóvenes después de una carrera controversial y de alto perfil.
La paternidad para el hombre apodado Iron Mike está enmarcada en su propia experiencia como un niño tímido que se convirtió en luchador al crecer en el área Brownsville de Brooklyn en Estados Unidos.
“Llenos de drogas, robos, pandilla y crimen”, recordó Tyson de su vecindario de la infancia.
“No había esperanza. Hasta esta fecha, no puedo descifrar cómo desde allí, en ese momento en particular, llegué hasta donde estoy ahora”.
Un Tyson adolescente, que en ese momento pasaba tiempo en una escuela reformatorio, encontró una salida cuando su talento en el ring fue notado por el entrenador respetado Cus D’Amato.
A los 18 años, Tyson se volvió profesional y pronto estaba invicto en 22 peleas. Dos años después, en 1986, el joven estadounidense noqueó a Trevor Berbick para convertirse en el campeón mundial de pesos pesados más joven en la historia.
Tyson estuvo invicto durante otros cuatro años pero, con el beneficio de ver en retrospectiva, ahora ve esa época embriagadora de fama y fortuna muy diferentemente.
“No me gusta esa época de mi vida”, continuó Tyson. “No me gustaba la persona que era en ese entonces.
“Incluso con todo ese dinero y todo el éxito que tuve, no realicé nada. Mis hijos nunca me vieron. Era un padre horrible”.
Hubo más lecciones de vida para Tyson cuando en 1992 fue encontrado culpable de violación y fue sentenciado a 10 años en prisión.
En su liberación, el boxeador de Brooklyn regresó al ring pero poco después hubo controversia por la infame “pelea de la mordida” en contra de Evander Holyfield.
En la segunda pelea por el título de pesos pesados del dúo en 1997, Tyson le mordió un pedazo de la oreja de Holyfield. Después tuvo una suspensión de un año en el boxeo.
Pero a medida que las reflexiones de los puntos altos de Tyson cambiaron con el tiempo, lo mismo puede decirse de esos puntos bajos.
Al comentar sobre la llamada “pelea de la mordida”, Tyson dijo: “Aunque era indisciplinado, era la única forma en que podía tener algún tipo de alivio.
“Estoy triste de haber mordido su oreja. Estoy realmente apenado porque me cae bien Evander, es un buen hombre, un hombre realmente bueno”.
Sobre los cargos de violación, Tyson contempló: “Eso podría causar más controversia en mi vida, pero ese no fue el punto más bajo de mi vida”.
En su entrevista con Nichols, describe la trágica muerte de su hija de cuatro años Exodus en 2009 como su punto más bajo.
Lo más destacado para Tyson de 47 años, quien tentativamente está limpio de sus adicciones, permanece más adelante.
“Logro muchas cosas y termino muchas cosas ahora como ser humano, de lo que podría hacer en la cúspide de mi carrera en el boxeo”, explicó.
“Lo mejor que soy, y lo mejor que he sido, es ahora. Este es el mejor que voy a ser, comparado con quien era antes”.
Tyson se retiró del ring en 2005 y lucha por salir de la bancarrota con un espectáculo en Broadway, cameos en películas de Hollywood y ahora es autor de su autobiografía Undisputed Truth.
También hay un nuevo proyecto que puede completar su carrera. Tyson, bajo la cortina de Iron Mike Productions, ahora trabaja como promotor de una serie de boxeadores jóvenes promesa.
“Les daré el mejor consejo que pueda”, dijo Tyson. “Solo nunca los voy a mimar. Así son las cosas, ya sabes.
“Tienen que ser responsables, no como yo. Yo no era un luchador responsable”.
Fuera del ring, Tyson con su tatuaje negro insignia sobre su ojo izquierdo, busca responsabilidad e incluso por fin redención.
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