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Por Rosalina Marrero-Rodríguez
El deseo de quePuerto Rico lo quiera más que el resto del mundo es lo que ahora desea la viuda del cantante Cheo Feliciano, cuya muerte sorprendió al país esta mañana.
La voz del clásico “Amada mía” falleció a los 78 años en un accidente automovilístico en el área de Río Piedras.
“Le dije que no fuera al casino, porque teníamos que hacer cosas hoy, teníamos un compromiso con los nietos de llevarlos a comer, porque mañana nos íbamos para México a un compromiso con los Salsa Giants”, contó su esposa de toda la vida, Cocó, vía telefónica.
El artista acompañó a su esposa a la iglesia el pasado domingo, luego de largo tiempo sin ir, pues según dijo llorando la viuda, la enfermedad de cáncer que logró superar lo alejó de hacer ciertas actividades.
El deseo de Coco es que “este país quiera mucho, mucho, a Cheo, porque a donde quiera que vamos lo quieren tanto y tanto, pero yo quiero que Puerto Rico lo quiera más”. Al artista le sobrevivien cuatro hijos.
Hijo mayor acude a la escena
Su hijo mayor, José Feliciano, manifestó entre sollozos que “tenemos su música para recordarlo”.
“Puedo decirle ‘papi’ para toda la vida. Porque nos ha dejado su música, su corazón, a su pueblo, a su gente. Familia, ¿qué decía papi? ¡Familia!”, exclamó el hijo en entrevista radial con NotiUno 630.
Sobre su mamá, dijo que “está mejor” y se excusó para culminar la entrevista.
El fatal accidente ocurrió a las 4:13 de la madrugada en la PR-176 cerca de la Universidad Metropolitana. Feliciano Vega viajaba solo.
“El impacto fue fuerte ante el objeto fijo. Lamentablemente, Feliciano no tenía el cinturón de seguridad”, dijo el inspector Hernández Peña a El Nuevo Día.
En la escena, según el agente, llegó un hijo del músico. Además indicó que un capellán de la Policía se dirige hasta la casa del cantante para notificarle, según el protocolo, a la esposa.
La fiscal Ana María Martínez investiga la escena junto a la Policía.
Feliciano Vega, natural de Ponce, tenía 78 años y recientemente había batallado con el cáncer.
El cantante inició su carrera artística como percusionista con la agrupación “Ciro Rimac's Review”, en Nueva York, pero no fue hasta octubre de 1957 que hizo su debut profesional con el tema “Perfidia” como parte del sexteto de Joe Cuba, con el que duró 10 años.
Luego de un retiro de tres años, retomó su carrera en 1972 con su grabación "Cheo", la que rompió récords con éxitos como "Anacaona", "Mi triste problema", "Pa' que afinquen" y "Si por mí llueve".
Como parte de Fania All Stars lanzó su icónico bolero “Amada mía”.
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