La empresaria y modelo puertorriqueña, Maripily Rivera, ganadora de la cuarta temporada de La casa de los famosos, entró nuevamente a la mansión del reality show para ubicar en la sala el maletín con los $200,000, el gran premio que se llevará el vencedor o vencedora de La casa de los famosos All-Stars.

Su entrada no pudo ser más intensa ya que ingresó con la dinámica de “los congelados”, en el que ningún habitante podía moverse, de hacerlo, quedaba automáticamente nominado la próxima semana.

Tras su popular grito de “¡voto perdido!“, el llamado huracán boricua se dirigió a cada uno de los 10 habitantes que todavía compiten por el preciado maletín.

Esto fue lo que Maripily -con maletín en mano- le dijo a cada participante:

Paty: “Nada personal. ¿Los quieres? Tan bella. Me encantas tú. Cocinas muy rico”.

Adame: “¡Mi alacrán boricua! Los $200,000 pueden ser tuyo. Te amo mi amor”.

Dania: “Me encanta tu juego. Lo estás haciendo muy bien. ¿Quieres los $200,000?” .

Hacia la Disertación

Rey Grupero: “Me encanta tu manera de jugar el juego, me encanta ese mensaje que das de lealtad”.

Paulo: “¿Quieres los $200,000? Mira tu patrona te los está enseñando, te los puedes ganar. ¿Serás tú el representante de ‘Fuego’ que se gane estos $200,000? Mira tu patrona vino a verte”.

Maripily, La casa de los famosos
Maripily, La casa de los famosos (Captura)

Luca: “Luca, Luca, Luca. ¿Viajaste tanto sin conocer a nadie? Estas cerca de llevarte estos $200,000. Recuerda mi amor, soy amiga de Cristina”.

Rosa: “Otra competidora de la ‘nueva generación’. ¿Quieres los $200,000? ¿Te gustarían los $200,000?

Manelyk: Tú podrás dar un paso más. Antes fuiste la subcampeona, pero ahora puedes ganarte estos $200,000. ¿Los quiere?”.

A Caramelo: “Tu eres caramelo y chocolate, tu eres el papito de mi vida. Otro de la nueva generación, ¿quieres estos $200,000? ¿Serás tú el candidato?”.

Niurka: “Niurka mi hermana gemela. Esta vez sí tú puedes llevártelo, los $200,000, ya queda poco”.

“Qué emoción volver a esta casa”, exclamó Maripily mientras llevaba el maletín a la sala, para luego despedirse de los habitantes.