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All Extreme Vehicles se hace eco de una información facilitada por la Oficia del Sheriff del Condado de Los Ángeles, responsable de la investigación. Tanto el análisis de las cintas de vídeo en la zona como del propio vehículo accidentado apuntan a que éste circulaba entre 130 y 150 km/h en una zona urbana, algo que quedó claro en un primer momento. Luego se especuló con un segundo vehículo implicado en lo que podría ser una carrera urbana en la zona de Hercules Street, famosa por este tipo de acontecimientos, e incluso con un fallo mecánico.
Pero una y otra causa fueron descartadas, si bien la investigación ha deparado que el coche pisaba sobre cubiertas Michelin con 9 años de antigüedad. Serían las originales, con las que salió del concesionario, lógicamente degradadas con el uso y el paso del tiempo, y sin capacidad para soportar las fuerzas y tensiones que generan una curva abordada a 150 km/h. Un reventón podría haber hecho perder el control del coche en el último momento hasta chocar contra un árbol.
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