<script async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js?client=ca-pub-7302061392394882"

     crossorigin="anonymous"></script>

Melba Brugueras/Primera Hora

Los exponentes salseros que se presentaron hoy en el Día Nacional de la Zalsa  ofrecieron un banquete sabroso que fue del deleite de todos. Sin embargo, los artistas y las orquestas no fueron los únicos protagonistas del evento: el público también dio de qué hablar.

La desesperación de cientos de personas que llevaban   largo rato esperando para entrar al estadio Hiram Bithorn bajo la lluvia causó mucha tensión en las afueras del recinto, donde era evidente la desorganización.

Tal fue la situación que en un momento dado se requirió la presencia de dos escuadras de la Unidad de Impacto de la Policía Municipal como medida de precaución, según confirmó el capitán José Luis Alvarado del Municipio de San Juan.

Varias personas aseguraron a este diario que era la primera vez “que vemos una catástrofe como ésta en el Día Nacional”, como  afirmó don Gerardo Padilla,  de Gurabo.

Pero eso no fue todo. A mitad del  evento trascendió que la seguridad del festival salsero había incautado varias armas blancas, pitorro y otras bebidas alcohólicas y hasta drogas de ciudadanos que pretendían entrar con ellas al Bithorn.

El evento comenzó con más de una hora de retraso y de acuerdo con el vicepresidente de Spanish Broadcasting System Puerto Rico (SBS-PR), Edgardo Aubray, la inspección al público contribuyó en algo a esta demora, “además de la lluvia”, dijo el ejecutivo radial.

“Hay que ver el lado positivo de todo. El retraso ha permitido que el público no se haya perdido a sus orquestas. Además, esto pasa todo el tiempo en el Coliseo de Puerto Rico”, defendió Aubray.

Hacia la Disertación

En una improvisada conferencia de prensa en uno de los salones del estadio –en la que estaba presente Aubray– el equipo de seguridad de la compañía Team One   le mostró a la prensa sobre más de 100 artículos (entre armas blancas, pitorro y otros tipos de alcohol) confiscados en las estaciones de seguridad.

Cuchillas de distintos tamaños, una manopla, cortaúñas, varias botellas de pitorro, peinillas puntiagudas y otras botellas de alcohol se veían sobre una mesa a la que los medios de comunicación tuvieron acceso. Aun cuando transcendió que sólo había tres estaciones de seguridad con detectores de metales, Héctor Alemán, jefe de seguridad de Team One, aseguró que ubicaron más de 15 en todo el estadio.

Sobre las alegadas drogas confiscadas también a algunos asistentes al evento, Team One dijo que ellos no eran la Policía, dando a entender que era ésa la organización  que debía atender la alegada situación.   Ni Alemán ni Aubray pudieron confirmar si era cierto que se había suscitado un altercado de dos hombres en estado de embriaguez  con dos agentes de la Policía Municipal en las afueras del Bithorn.

Otros gozan afuera

Todos los años, el Día Nacional de la Zalsa tiene dos escenarios: el del estacionamiento y el de la tarima en el estadio.

Los que no pudieron o no quisieron pagar el boleto de entrada para el evento optaron por acomodarse en el estacionamiento con sus sillas, sus neveritas llenas de cervezas y hasta calderos de arroz con pollo.

Al principio de la jornada salsera no se vio tanto público. No obstante, a partir de la 1:00 de la tarde, cuando comenzó el rumbón, las filas en las afueras del Bithorn se triplicaron y la entrada al recinto era casi imposible. El tránsito fue desviado y algunas entradas fueron cerradas, lo que causó  malestar entre los asistentes, quienes a fin de cuentas se las arreglaron estacionándose en los alrededores del estadio y en las aceras frente al centro comercial Plaza Las Américas.

Adentro del Bithorn, el ambiente era de pura fiesta. Los fiebrús que llegaron supertemprano, lograron acomodarse frente a la tarima con sus sillas y sombrillas. Ya pasadas las 3:30 de la tarde, la arena estaba totalmente atestada y se podía apreciar bastante público en el área de entrada general.

“Aquí estoy con todo el familión esperando el tributo al más grande, Frankie Ruiz”, expresó Roberto Santiago, de Comerío, mientras disfrutaba de la música de la orquesta juvenil Villariny Salsa Project, que abrió el espectáculo.

<script async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js?client=ca-pub-7302061392394882"

     crossorigin="anonymous"></script>

Por loveo

Deja una respuesta

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com