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No es un “selfie”, tampoco un “usie” (aprendiendo con Jacky Fontánez de Internesis), ni una foto hecha por el cantante Justin Bieber para publicarla en sus redes sociales como este suele hacer. Es la foto de su fichaje y el resultado de una semana intensa, en la que el ahora problemático cantante al parecer fumó marihuana, consumió alcohol, tomó antidepresivos y un cocktail de un largo etcétera para participar en una enloquecida carrera de autos en South Beach que lo llevó directito a la cárcel el jueves por la mañana, según la policía.
Cuando la uniformada lo detuvo en su Lamborghini, Bieber atacó a los agentes con una retahila de palabras obscenas, balbuceó incoherentemente, se negó a salir del automóvil, y cuando por fin lo hizo, rechazó sacar las manos de los bolsillos, le dijeron diversas fuentes policíacas a The Miami Herald.
Bieber fue llevado a la principal estación de la policía en Miami Beach acusado de conducir bajo estado de embriaguez (DUI), resistirse al arresto y participar en una carrera de autos, dijo un portavoz de dicho cuerpo.
Al parecer, el séquito del músico utilizó sus autos para bloquear el tráfico en Tree Drive y la calle 26, un área residencial, a las 4:30 a.m., lo que creó una pista de carreras para la joven estrella, que llevaba varios días “suelto como gavete” en el sur de la Florida.
A Bieber se le hicieron varias pruebas que arrojaron que el artista había estado consumiendo drogas, le dijo al Miami Herald Raymond Martínez, jefe de la policía de Miami Beach.
El intérprete de Baby, cierra con este episodio una semana de escándalos, en la que supuestamente se gastó miles de dólares en un club de strippers y le envió una foto indecorosa a su exnovia, Selena Gómez.
¡Qué barbaridad!
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