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La palabra llevada a la realización de una acción genera satisfacciones tanto al que lo promueve como al que lo recibe. De eso se trata el Día de Acción de Gracias que viene de la mano con el inicio de la Navidad, época que es sinónimo de alegría, de compartir para muchos, y para otros de soledad, abandono y reflexión.
Las animadoras del programa Entre Nosotras (Wapa) compartieron un almuerzo de Acción de Gracias con los participantes del hogar La Perla de Gran Precio en Hato Rey. La organización de base comunitaria busca mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el VIH/SIDA, usuarios de drogas y personas sin hogar, en especial a mujeres solas o con niños y embarazadas.
A su llegada, Sonia Valentín, Alba Nydia Díaz, Linette Torres y Wanda Sais, fueron aplaudidas por los residentes, en especial esta última, que fue la primera que comenzó a repartir besos.
Los rostros de las decenas de personas que se reunieron a la entrada del albergue para ver a las animadoras eran de alegría. Pasaron al comedor a compartir la comida y también las risas que les provocaba “Chavelo”, personaje que interpreta el actor Edwin Emil. El ambiente era festivo con música y adornos navideños.
Antes de las animadoras servir el almuerzo, en el que el pavo fue sustituidos por lechón y arroz con gandules, todos se unieron para dar gracias en una oración a cargo de la directora del hogar, Lissette Alonso.
Sonia Valentín agradeció la oportunidad y las bendiciones por ese departir y recordó “a los que ya no están”.
Alba Nydia agregó que no era casualidad que ellas estuvieran ahí ese día. “El Universo, Dios, de una manera u otra nos une para orar por ustedes”.
Para Wanda Sais este será su primer Acción de Gracias sin su madre quien falleció a principios de este año. “Es un día de compartir en familia, con la madre y el padre, y los que no los tenemos el Universo nos regala una familia. Somos una familia y vamos a compartir este almuerzo”, sostuvo la actriz.
Al igual que Wanda, Alba Nydia perdió a su madre hace siete años. “Para mí es como si fuera ayer”. Desde entonces la actriz celebra ese día en la casa de los papás de Linette, que se han convertido en parte de su familia.
“El año pasado fue muy fuerte para todas, mi papá estuvo muy enfermo, a Sonia se le murió la abuelita y Wanda perdió a su mamá. Por eso este año tenemos mucho que agradecer”, comentó Linette.
Tanto en el centro en Bayamón como en el de Hato Rey que cuenta con su propio gimnasio, se les provee a los que residene en el albergue terapias físicas, servicios ambulatorios, médicos, y apoyo emocional.
También cuenta con hombres como Daniel Gracia, de 54 años, quien lleva año y medio en el programa, y ya tiene su apartamentito en el mismo albergue. El hombre estaba feliz porque pronto comenzaba en un trabajo como guardia de seguridad, en lo mismo que laboraba antes de que las drogas lo llevaran a deambular.
“Este lugar me edificó bastante, siento apoyo, y ellas (las animadoras) son muy queridas por nosotros, sobre todo la chiquita (Wanda) es mi favorita. Ha sido una experiencia bien linda”, indicó Daniel.
Iris Rivera, de 56 años, llegó hace tres meses al centro de Bayamón por adicción a sustancias controladas. “Me he recuperado bastante. Voy a estar el tiempo que sea necesario para no tener una recaída. Allá arriba (centro de Bayamón) te renueva el espíritu entre tanta naturaleza”, señaló la madre de tres hijos entre las edades de 30 y 40 años y a los que no ha vuelto a ver.
“Ellos conocieron a una madre luchadora que los crió sola y quedaron en shock porque no entendían porqué caí en las drogas”.
Jacqueline Rivera, alcohólica de 47 años, tuvo varios hijos pero prefirió no hablar de ellos, sólo ve a la menor que está bajo la tutela del Departamento de la Familia.
“Un día salí a la calle a buscar la muerte, no me importaba como, que me matara un carro, y una amiga me llevó a un programa de desintoxicación en el Centro Médico. Esto (el albergue) fue enviado por Dios”, confesó la residente del hogar de Bayamón.
Sonia, junto a sus compañeros, le entregaron a la organización una tarjeta de regalo por $500 de una tienda por departamentos para que adquieran lo que necesiten.
Muchos de los casos del albergue han sido expuestos en Entre Nosotras por sus protagonistas.
“La responsabilidad del programa va mas allá, reconocemos que tenemos el deber y el compromiso de ser agentes de cambio social, si bien más allá de la palabra con nuestra acción”, apuntó Valentín.
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