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La diminuta chihuahua boricua, conocida como “Miracle Milly”, fue reconocida como la perrita más pequeña del mundo por Guinness World Records.
A pesar de que el título fue otorgado en febrero, no fue hasta hoy que se hizo el anuncio oficial con motivo del lanzamiento de la nueva edición del libro.
La perrita de un año y nueve meses pesa 1.2 libras. No obstante, el récord se logra por la altura, que en este caso es de solo 3.8 pulgadas desde la punta de las patas hasta el lomo. Con esta medida, Milly destronó a Boo Boo, una chihuahua de pelo largo de Kentucky, Estados Unidos, la cual midió cuatro pulgadas de alto al lograr el récord en el 2007.
Para lograr el título, Vanessa Semler, la dueña de Milly, envió a Guinness fotos, vídeos y documentos certificados por veterinarios el 1 de diciembre de 2012, cuando la perrita cumplió su primer año. En junio de este año la organización envió un fotógrafo a Puerto Rico para que visitara a Milly en su casa, en Dorado, para tomar las imágenes oficiales.
En entrevista con este diario, Semler contó que cuando Milly nació los veterinarios pensaban que no iba a sobrevivir. De hecho, debido a su tamaño, tenía que ser alimentada con un gotero, pues su boca era demasiado pequeña para recibir leche de su madre, llamada Prada.
“Fue una sorpresa (el tamaño de Milly). Las hermanitas de Milly, que tiene dos, son tamaño normal. No saben porqué salió así de pequeña. Los veterinarios pensaban que no iba a vivir”, narró Semler cuando se le preguntó si al momento de casar a los padres de Milly se buscaba una cría pequeña.
Pero Milly sorprendió a los veterinarios, pues actualmente no tiene problemas de salud, aunque sus dueños son sumamente cuidadosos para que no se lastime, pues es muy juguetona y su tamaño la pone en riesgo.
“Es súper sociable. Sobretodo con los seres humanos. Ella no sabe que es un perrito, ella cree que es un niño. Como siempre está rodeada por humanos, nunca aprendió a ladrar”, manifestó Semler, de origen argentino.
Con su gran personalidad, esta perrita también rompe con el estereotipo que existe sobre los chihuahuas, conocidos por su nerviosismo.
“A Milly le fascinan las cámaras y la atención”, manifestó la orgullosa criadora.
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